Cuando
se habla de ciclos hormonales, se suele pensar sólo en las mujeres como
protagonistas de los cambios naturales del cuerpo. Irritabilidad, pérdida de la
libido y sudoración excesiva también forman parte de la andropausia, un proceso
parecido a la menopausia que merma las capacidades sexuales de los hombres.
Este
padecimiento, también conocido como Síndrome de Deficiencia Androgénica en el
Adulto Mayor (ADAM, por sus siglas en inglés) empieza a aparecer alrededor de
los 40 años de edad, cuando los hombres comienzan a experimentar cambios
biológicos y pierden paulatinamente la hormona testosterona.
Sin
embargo, a partir de los 55 años, el deterioro va siendo mayor y se traduce en
pérdida de la vitalidad, disminución de la libido e, incluso, interrupción de
la vida sexual.
Disfunción
eréctil, efecto de la andropausia
La
diferencia respecto de la menopausia, según el doctor Héctor Meza Vázquez, jefe
del Servicio de Andrología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, es que
en el hombre el síndrome avanza lentamente pues sigue produciendo hormonas,
aunque en menor cantidad.
Muchos
hombres, sin embargo, desconocen que tienen este trastorno y no acuden al
médico, su relación de pareja se ve afectada y su calidad de vida disminuye.
Las manifestaciones más comunes son: cansancio, irritabilidad, sudoración
excesiva, trastornos del sueño, resequedad en la piel, pérdida de la libido,
incremento de la grasa corporal y disfunción eréctil.
Ante
la sospecha de un cuadro de andropausia, es importante consultar al médico.
Opción:
Sustitución hormonal masculina
Primero,
hará una valoración mediante un cuestionario que le permitirá conocer si la
actividad sexual del paciente ha disminuido. Si esto se confirma, se le hará un
examen de la próstata y, en caso necesario, un ultrasonido transrectal para
descartar la eventualidad de un cáncer.
En
México, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ofrece alternativas
médicas para contrarrestar los síntomas y efectos de la andropausia, como la
sustitución hormonal.
Según
el doctor Meza Vázquez, dentro del protocolo de estudios para suministrar la
hormona, se debe practicar un electrocardiograma, pruebas para determinar la
densidad mineral ósea, además de perfil de lípidos y análisis de sangre para
medir la cantidad de testosterona total que se encuentra en el cuerpo.
Una
vez realizados estos análisis, se aplica la terapia de reemplazo hormonal que
consiste en suministrar una dosis de testosterona inyectable, cada 21 días, con
la finalidad de compensar su falta en el organismo. Posteriores consultas de
seguimiento y control, cada seis meses, serán necesarias, así como estudios de
laboratorio
una vez al año
TRATAMIENTOS PARA LA
ANDROPAUSIA
Medidas
preventivas
*Llevar
una alimentación sana, rica en arroz, avena, maíz, cacahuete, soja, berro,
tomate.
*Realizar
una rutina de ejercicio diario de 40 minutos.
*Vigilar
el peso corporal.
*Reducir
el consumo de alcohol y tabaco.
*Eliminar
el uso de drogas y la automedicación.
*Tener
un hobby o espacio propio para el esparcimiento.
LA
TERAPIA HORMONAL
La
terapia hormonal sustitutiva masculina no está muy extendida, al contrario de
lo que ocurre entre respectiva para las mujeres; sin embargo puede ser de gran
ayuda para aquellos hombres que
conjuntamente con su médico decidan llevarla a cabo.
La
terapia hormonal sustitutiva a largo plazo, tiene como finalidad eliminar o
amortiguar los síntomas de la andropausia, incrementar las ganas de vivir,
mantener el vigor físico y la capacidad intelectual, dándole un especial
enfoque a restaurar las funciones sexuales.
En España
se maneja como dosis inyectable intramuscular que se absorbe lentamente,
administrándose cada 2-3 semanas.
(enantato
de testosterona, cipionato,propinato,fenilpropionato de nandrolona,fenilpropionato de testosterona,decanoato,etc)
En
otros países se encuentra por medio de parches transdérmicos que aportan unos 5
miligramos diarios, cantidad parecida a la dosis fisiológica diaria necesaria y
se asimilan por el cuerpo de manera progresiva.
En
proceso de investigación están los implantes subcutáneos o pellets, cuyo efecto
puede durar tres o cuatro meses.
Es
importante tomar en cuenta para quienes opten por una terapia hormonal que la
testosterona es una hormona sexual, con efecto andrógeno y anabolizante que
debe ser utilizada sólo cuando el médico especialista lo indique.
Quienes
padecen afecciones como epilepsia, diabetes, crecimiento prostático benigno
(adenoma de próstata), hipertensión, insuficiencia hepática o renal e
insuficiencia cardiaca, deben tener mucha precaución ante esta terapia
hormonal, que está absolutamente contraindicada en pacientes con cáncer de
próstata o cáncer hepático.
Así
mismo es recomendable que durante el tratamiento con testosterona conviene
someterse a exámenes periódicos de próstata, y dado que los problemas
urológicos cobran especial relevancia durante la andropausia, el paciente
deberá ponerse en manos de un urólogo que le oriente sobre el tratamiento más
adecuado y los controles a efectuar.